¿Quién está detrás del auge del lujo silencioso? Como alguien inmerso en el marketing de moda, veo un cambio claro: un consumidor que prefiere la discreción de la calidad y el diseño a la ostentación de los logos y la atención. Si estás en la industria de la moda, retail o branding, este perfil emergente merece tu atención. Aquí te cuento quién es, por qué aparece y qué podemos aprender.
Lo primero es que es un cliente que valora la esencia, este no es el comprador clásico de lujo. No busca un logo o monograma chillón, sino un abrigo impecable que hable por sí solo o un bolso que solo los conocedores reconozcan. Marcas como The Row o Loro Piana son su terreno. Este consumidor suele ser joven, entre 25 a 35, o más maduro, de 40 en adelante, pero comparte un rasgo: sabe de materiales, marcas de nicho y prefiere invertir en menos, pero mejor. No siempre es millonario, aunque existen celebritys que son íconos de esta tendencia; con frecuencia es clase media alta con criterio.
¿Por qué en este momento?Tres corrientes coinciden para este nuevo cambio: Primero, la saturación: con réplicas everywhere, los logos perdieron exclusividad y el lujo silencioso es su mejor opción. Segundo, la economía incierta —China en pausa, inflación global, síntomas de recesión en EEUU lo hace gastar con cabeza, en piezas atemporales. Tercero, tendencias culturales orientadas al minimalismo, la reducción de consumismo y la sostenibilidad: los consumidores quieren calidad que perdure, no moda desechable.
Un aspecto que debemos tener en cuenta también es la mentalidad en expansión, este ya no es un consumidor de moda de nicho; es un consumidor que está creciendo y las grandes casas de moda de lujo como LVMH y Kering, ya están empezando a presentar colecciones hacia lo discreto, mientras firmas como Toteme ganan terreno. Y no es solo ropa; la joyería sobria y lifestyle minimalista también están en crecimiento. Este consumidor compra para sí mismo, no para los likes, y valora la experiencias tanto como los objetos. Es práctico, emocional y curioso: investiga antes de hacer la compra.
¿A qué nos lleva esto? Para las marcas, es un llamado a la autenticidad. Menos poses y más esencia. En Latinoamérica, podemos brillar en este escenario: nuestra artesanía y raíces son lujo silencioso puro. No se trata de copiar, sino de ofrecer valor real, una historia auténtica y ancestral, un tejido, una conexión, que este consumidor no encuentra en un mundo digital lleno de apariencias y falsas promesas.
RSG.